Aprovechando un viaje de larga distancia puedo comentar algunos aspectos del vehículo que si tengo claros. El trayecto fue de Bilbao a Tarragona, con una temperatura durante el viaje entre 20 y 32 grados y la mayoría de los kilómetros recorridos por la autopista, con el control de velocidad a 118km/h y el climatizador a 21 grados. Viajamos tres personas y el maletero a rebosar; nunca pensé que se pudieran llevar tantas cosas para pasar siete días de vacaciones.
En primer lugar el motor de 105CV es muy suave pero algo perezoso. Hay que tener cierta decisión a la hora de acelerar y salir de parado en primera velocidad. No es un motor demasiado elástico; una marcha por debajo de las 1500rpm queda muerta y nos obliga a reducir. Sin embargo la sexta aguanta pendientes a 80km/h y aun es capaz de acelerar, aunque lentamente.
Definitivamente es un coche familiar para el que quiera hacer muchos kilómetros y no cansarse demasiado. A esto ayuda el control de velocidad, una adecuada suspensión y una baja sonoridad dentro del habitáculo. No es un coche para “picarse” con el vecino, ni para hacer carreras y, ni mucho menos, para ver “quien la tiene más grande”; en mi caso, ya pasé el sarampión de los 24 añitos hace tiempo y me gusta conducir pero de forma relajada y disfrutando del paisaje.
Por cierto, en este trayecto me encontré con tres radares móviles bien escondidos y uno de ellos cazó a un Mercedes a toda pastilla. Por cierto, debería darme las gracias porque le hice levantar el pie del acelerador al estar yo adelantando a otro y “entorpeciéndole” su particular carrera de F1; si no, igual no le quedaba ni un punto.
A medida que han pasado los kilómetros el consumo ha bajado hasta los 6 litros aunque espero que baje aun más cuantos más kilómetros pasen.
La postura de conducción es buena aunque no sabes qué hacer con la pierna derecha cuando pones el control de velocidad; al tenerla en reposo por delante del pedal de acelerador la pierna te queda flexionada y sin apoyo en el asiento y cansa un poco. No sé si será un error en mis reglajes pero seguiré probando.
El climatizador es silencioso pero algo justo si tenemos abiertas las cortinillas del techo panorámico. Me imagino que en Jaén a 40 grados, incluso con las cortinillas echadas, pasará lo mismo.
El equipo de música y el navegador funcionan a la perfección. La radio Arkamys tiene muy buen sonido y ajustes muy interesantes como el poder pasar el sonido solo para el conductor pulsando un botón o varias ecualizaciones en función del tipo de música. Los volúmenes de la radio y de las indicaciones por voz del Tomtom son independientes aunque si quitamos el volumen de la radio, la del navegador no sube todo lo que quieres… seguiremos investigando.
Por lo demás, tiene un gran espacio interior y un movimiento “aplomado” y algo lento en sus reacciones aunque mantiene a la perfección la velocidad que fijes en el control de crucero por mucha pendiente que tenga la carretera.
Ante todo comentarte que tienes un blog muy entretenido ;). La verdad es que yo el uso que le doy a mi scenic es practicamente ciudad, pero si que coincido en el tema del pedal del acelerador, para mi gusto demasiado pegado a la consola central.
ResponderEliminarSalu2 y animo con el blog.
Xisco
Gracias Xisco,
ResponderEliminaracabo de hacer un Bilbao-Madrid-Bilbao. En viajes largos por autopista no me cansa tanto pues el control de velocidad hace que mis piernas vayan en una posición mas cómoda pero por ciudad me cansa un montón. Otra cosa que le veo es que el asiento pierde su altura en poco tiempo. Antes lo achacaba a mis 113 kg. pero ahora con 23 kilos menos le pasa lo mismo... igual es que lo he roto :-(
Un saludo.