jueves, 22 de noviembre de 2018

Mantenimiento de los 450.000 km...y alguna otra cosa más.

 
 
Cuando te propones mantener el vehículo en las mejores condiciones de uso no puedes escatimar en el mantenimiento. Hay ocasiones en las que te preguntas si en realidad merece la pena seguir con el vehículo, realizando una serie de costosas intervenciones, o ya es ya hora de comprar otro. Y no es porque sean intervenciones inesperadas, lo que ocurre es que coinciden en demasiado poco tiempo y te planteas otras opciones. Este ha sido el caso. En una semana he pasado por el mantenimiento general, por resolver algunos pequeños y molestos problemas, por un cambio de neumáticos traseros y como colofón, por la sustitución de la correa de distribución. En total 1.213 €.
 
Revisión de los 450.000 km
 
El lunes pasé por el taller de Renault para realizar el decimo quinto mantenimiento y de paso, para solucionar un par de problemas que ya he comentado en anteriores entradas; a saber, el mensaje recurrente de que pare porque me estoy quedando sin frenos y el reciente mensaje de avería en el sistema de ayuda al aparcamiento.
 
Cambio del soporte izquierdo
 
El primer error lo diagnosticaron como un fallo en la bandeja que sujeta el vaso de expansión del líquido de frenos. Al no estar firmemente sujeto se movía ostensiblemente y provocaba este error en el nivel del líquido. Para solucionarlo cambiaron el soporte izquierdo que sujeta dicha bandeja. Una vez realizado el cambio, el movimiento de la bandeja no se atenuó tanto como esperábamos. El mecánico también lo observó y para curarse en salud rellenó el vaso de expansión hasta el borde. De esta forma, incluso aunque no hubiera cambiado el soporte, se aseguró que no se producirá de nuevo el error; por lo menos hasta que pase la garantía de la reparación. Entre la pieza y los 20 minutos de mano de obra tuve que desembolsar 70,46 €.
 
Detalle del soporte de la bandeja
 
El segundo fallo, tras conectar el ordenador de diagnósticos, se debía a la rotura de uno de los sensores de proximidad trasero. El responsable de los recambios me dio un precio aproximado de unos 30 €. Pude escoger entre dos modelos; uno en color negro y otro con una imprimación gris que luego hay que pintar del color de la carrocería. En mi caso estaba claro, elegí el negro porque va situado en una zona plástica que no va pintada con el color de la carrocería. Cogí cita para el siguiente lunes.

Sensor de aparcamiento trasero

En el mantenimiento preventivo, además de cambiar el aceite y el correspondiente filtro, sustituyeron los filtros de habitáculo y de aire y rellenaron el líquido limpiaparabrisas. Por petición propia también cambiaron los limpiaparabrisas delanteros. En total 329,39 € y eso que algunos recambios gozan de un descuento del 10% o mas.
 
En realidad solo se dedican a cambiar los elementos programados y poco mas. Por ejemplo no te dicen como están los amortiguadores, hay uno que le falta el guardapolvos desde hace mas de 200.000 km, no han detectado que las bieletas vuelven a tener holguras, se nota con dar una pequeña vuelta por una zona bacheada, ni tampoco me han avisado de que a las pastillas delanteras les queda poca vida, como sí me lo han dicho en otro taller al cambiar los neumáticos; vamos que de mantenimiento "preventivo" tiene poco.
 
Las dos de abajo son las mías.
 
El viernes, para rematar la faena, cogí cita para el cambio de neumáticos en La Cadena Sport. Hace una semana que había hablado con ellos y reservado otros dos neumáticos Michelin Crossclimate+ 205/55 R17 95V XL para sustituir los viejos Goodyear Efficientgrip que tan buen resultado han tenido. Los he cambiado con 76.000 km aunque aun tenían un par de milímetros de profundidad en el dibujo. Los Michelin delanteros se están comportando muy bien y apenas tienen desgaste. Tras 26.000 km han perdido 2 mm ya que, cuando eran nuevos, medí una profundidad de 7,5 mm. Ahora llevo los cuatro Michelin para afrontar el invierno con mas garantías. El coste de la operación fue de 301,73 €.
 
Detalle del sensor de proximidad

El siguiente lunes pasé de nuevo por Autoberri para sustituir el sensor de proximidad. Ya de paso, aprovechando el viaje, les comenté otro problema que me había surgido con la bola de remolque. Normalmente no la llevo puesta pero un día que quise ponerla no hubo manera y vi que el pitorro que hace saltar la retención estaba suelto.
 
Lo del sensor al final resultó ser un fallo en el cableado. Por lo que me explicaron alguien me habían dado un golpe por detrás, del que yo no era consciente, y el cableado había quedado dañado. El problema de la bola también lo solucionaron lubricándola convenientemente. En total me cobraron 97,77 € de mano de obra y vuelvo a tener asistencia al aparcamiento trasero y remolque para las bicis.
 
Últimos detalles. Purgando el circuito del agua
 
Y por fin llegó el martes y la ultima intervención. El cambio de la correa de distribución costó 405 € y dejaron el tema de las bieletas para mas adelante porque todavía no es preocupante su deterioro y convendría cambiarlas junto con los amortiguadores.

La verdad es las cambiaron hace 100.000 km, cuando el coche tenía 350.000 km, y me parecía que habían durado poco. Me comentaron que las bieletas sufren cuando los amortiguadores no son suficientemente efectivos pero yo estoy mas por otra explicación ya que últimamente, con los problemas de aparcamiento en el trabajo, suelo subirme con demasiada frecuencia a las aceras y eso pasa factura.

Kit de distribución Gates.

El kit de distribución elegido es el mismo que puse en el anterior cambio. Ya no es el original pero Gates hace unos kits muy económicos y que, a la vista está, dan un resultado excelente. La correa dentada estaba muy bien conservada, sin hilos sueltos y con unos flancos que apenas se habían desgastado. La correa de servicio y el tensor también estaban en perfecto estado, pero no tiene mérito ya que se cambiaron cuando se rompió el alternador.

Correa de dentada y de servicio.

La bomba de agua estaba mucho mejor que la original del primer cambio. Esta no presentaba ninguna fuga ni desperfecto y podía haber aguantado muchos kilómetros más. Bien es cierto que Renault fija el cambio cada 160.000 km, yo lo hago cada 150.000 km, pero creo que se podría estirar un poco mas con total seguridad.

Bomba de agua vieja

Por otro lado,  cada vez se escuchan mas ruidos y crujidos y cada vez son más acentuados. Por ejemplo, la goma del techo panorámico se ha endurecido y ha perdido flexibilidad. Esto hace que el techo haga ruido en zonas bacheadas aunque, si ejerces presión en el techo con la mano, el ruido deja de producirse. También el estado del cuero en el volante es deplorable. El deterioro ha llegado hasta el "hueso", ya se ve el material plástico del que está formado su núcleo. Por suerte, no creo que vaya a mas.

La herida ha llegado hasta el "hueso"

Y por ultimo, aunque no aporta nada nuevo, no me pude resistir a fotografiar el efímero instante en el que, como decía el chiste, mi Scenic se convirtió en un "cuatrero" por unos instantes. Permítaseme la broma, pero es que pocas veces se ven cifras tan redondas en el cuenta kilómetros.


No lo pude evitar :-)
Así que sí; creo que merece la pena el desembolso de 1213 € porque el coche va bien y esto lo prepara para aguantar hasta el próximo mantenimiento que será en Julio del año que viene. Luego, dependiendo de como vaya la ITV, podremos pensar en estirar un poco más. Hasta ese momento, espero no tener que escribir ninguna entrada mas. Eso será buena señal.

Un saludo y conducir con cuidado y respeto!

ACTUALIZACION 23/11/2018

Son las 5:30 AM del viernes y como cada mañana enfilo la recta que sale de la urbanización hacia la carretera principal. Hace un tiempo desapacible con mucha lluvia y viento.  De entre el sonido de la lluvia y el del motor sobresale uno casi imperceptible pero distinto. No sé como me dio por salir del coche y enfrentarme a las inclemencias del tiempo; con lo a gusto que estaba allí dentro tan calentito.

A velocidad moderada y en línea recta no aprecias nada raro al volante. La dirección asistida tampoco ayuda a transmitir sensaciones de lo que pasa ahí fuera por lo que el oído resulta fundamental. Me imagino que desde que anulé los sensores de presión estoy mas alerta y obsesionado por los neumáticos.

Efectivamente tenía un pinchazo en el neumático delantero derecho. Al principio pensé en coger el día libre, dormir el sueño atrasado y cuando hubiera mas luz, cambiar el neumático. Pero viendo que de todas formas lo tendría que cambiar y que se me hacía incomodo echar una "cabezadita" en el coche, decidí ponerme a ello.

En esa calle, todas las farolas iluminan al otro lado del coche así que el cambio lo haría en penumbra. Procedí a sacar la rueda de repuesto y el gato. Palpé con la mano la hendidura que hay en la chapa que indica donde se coloca el gato; justo debajo de la puerta delantera derecha. Aflojé un poco los cinco tornillos de la rueda y empecé a subir el coche con el gato. Todo iba bien hasta que el coche, alcanzada ya cierta altura, se desplomó. Al principio pensé que el gato se había estropeado, que se había pasado la rosca del tornillo sin fin que tiene. Pero fijándome todo lo que me permitía la penumbra en la que me encontraba, vi que la chapa bajo la puerta se había doblado.

Revisión de daños por la mañana, con las primeras luces.

Había colocado mal el gato y por cuatro centímetros no lo dejé en su punto de apoyo. Es una zona reforzada bajo una de las bigas del chasis donde se puede hacer fuerza. Fuera de ahí solo hay chapa blanda que cede ante cualquier esfuerzo. Volví a palpar la zona y esta vez si encontré el punto exacto de apoyo para el gato. El resto, lo previsible, cambio de rueda, manos negras y una calada monumental. El caso es que quince minutos después, ni en Formula 1 son tan rápidos, estaba conduciendo en dirección al trabajo y llegando a mi hora. Bien es cierto que en el recorrido obvié la indicación del neumático de reserva que advierte que no hay que sobrepasar los 80 km/h.

Buen sitio para reparar

A la tarde volví a La Cadena Sport para reparar el pinchazo. La verdad es que se encontraba en una buena zona, lejos de los flancos, por lo que el trabajo de reparación consistió en sacar el tornillo alojado y proceder a tapar el agujero con la tira de caucho y que otros denominan "mecha". Al final otros 15 € añadidos a los gastos anteriores.

El culpable

Un saludo...toco madera y espero no volver por aquí hasta julio.